En una fecha como hoy, en 1917 nuestra capital y otros municipios aledaños sufrieron tres catástrofe de gran magnitud: dos terremotos y una erupción lo cual cobró la vida de muchos compatriotas dejando otros más damnificados.
"Fue la última vez que el Boquerón hizo erupción … esperamos, casi noventa años después, que nunca más vaya a suceder algo similar” (Don Julio Villeda (1901 – 1989))
Un día antes el suelo salvadoreño había experimentados dos movimientos telúricos de menor magnitud, pero el 7 de junio de 1917 casi entrando la noche fue cuando lo peor pasó y luego de tres terremotos entre 5,4 y 6,7 en la escala de Richter empezó tanto el Boquerón como el cráter secundario de “Los Chinitos” a verter lava derramándose sobre la ciudad y también se abrió una gran grieta en el lado Nor occidental del volcán, donde no había mucha población pero los ríos de lava alcanzaron a destruir Quezaltepeque, desviar la vía férrea de lo que hoy conocemos como Sitio del Niño, y detenerse a 3 kms de la Laguna de Chanmico.
Lugares emblemáticos como los teatros Principal, Colón y Variedades, Central de Correos y Telégrafos, la Escuela Politécnica, el Palacio del Tesoro, el Municipal, el Hospicio de Huérfanos, la Catedral, la Imprenta Nacional, la Penitenciaría, la Casa Blanca, la Logia Masónica, la Residencia Presidencial, los cuarteles, el Manicomio, los bancos Salvadoreño, Occidental y Agrícola se vinieron abajo quedando inutilizables.
Teatro Colón destruido en el terremoto de 1917 |