Algunos de estos
músicos nunca estudiaron teoría musical o solfeo, otros lo hicieron durante sus
carreras y otros más abandonaron sus estudios, pero todos ellos crearon música
sin saber de escalas o armonía en el sentido académico.
1.
Prince.
Prince pasaba horas al piano sacando a oído los temas de sus series de
televisión favoritas, como una forma de catarsis. Cuando su padre le regaló una
guitarra, aprendió a tocarla rápidamente, y con la misma rapidez formó junto a
su amigo André Cymone, varias bandas cuando aún estaban en la escuela.
2.
James Brown.
Probablemente es imposible aprender solfeo mientras
lustras zapatos, recoges algodón, robas piezas de automóviles o estás en
prisión. Con poca educación en general y nada de musical, el joven Brown
encontró al fin su vocación musical tras ser acogido por la familia de Bobby
Bird, quien tras ver su enorme potencial se convirtió en pieza clave de su
estrellato.
3.
B.B. King.
King aprendió a tocar escuchando a otros grandes del
blues como Lonnie Jhonson y Blind Lemon, tuvo poco tiempo de estudiar. La vida
lo llevó de las esquinas a los clubes, a la radio y al final a apoderarse del
mundo entero. Se dice que una vez aconsejó a los jóvenes en una entrevista a
que no hicieran como él, sino que estudiaran música.
4.
Paul
McCartney.
“Me asustaba la música clásica”, comenta Paul “Solía
pensar acerca de la música académica... ya sabes, que era algo como demasiado
inteligente”. Paul era quizá el Beatle con el mayor instinto musical, aunque no
escribía las partituras de los arreglos, sabía tocar o tararear exactamente lo
que quería en sus canciones. Paul prefirió seguir su camino musical lejos de
las lecciones.
5.
Jimi Hendrix.
El
pequeño Hendrix compró su primer guitarra acústica por $5 dólares a los 14 años
y comenzó a tocarla solamente escuchando a otros grandes como B.B. King. En The
Jimi Hendrix Experience Hendrix configuró ese estilo ácido y contundente, con
una pirotecnia en el escenario, resultado de una búsqueda totalmente empírica.